domingo, 16 de octubre de 2011

La Humildad vs La Soberbia...


"Conocerán la verdad, y la verdad los hará libres." Juan 8:32.

Posiblemente, la humildad es el valor más devaluado de la tierra... Mucha gente cree que la humildad es no tener recursos económicos, otros creen que humillarse es la acción más baja que un ser humano puede hacer... A muchos les es imposible humillarse ante los demás… La mayoría ignoramos el verdadero significado de la humildad y su verdadero poder para con nosotros y el efecto que tiene en los demás…

Ser una persona humilde o poseer humildad es conducirnos conforme a la verdad: Es vivir conforme a la brutal verdad absoluta; en todos los aspectos de nuestra vida. El problema es que muchos, vivimos presa de una mentira que nos hemos creído y honrado con base en nuestra propia soberbia, sobre nosotros o sobre una situación en particular... Ejemplos:

La soberbia nos dice que somos lo que hacemos: que somos doctores, arquitectos o ingenieros... el problema con esto es que si somos lo que hacemos, cuando no hacemos, no somos... La soberbia dice la mentira de que somos por lo que tenemos, por lo tanto cuando no tenemos, no somos... La soberbia nos atrapa en la mentira de que somos lo que otras personas dicen que somos, el problema aquí es que si no hacemos o somos lo que otros esperan que hagamos o seamos, no somos... Y así sucesivamente... Estas son algunas de las razones por las que la humanidad es tan infeliz... Si le añadimos los problemas cotidianos de la vida, peor aún. La soberbia nos miente al decirnos que no valemos cuando no alcanzamos las expectativas humanas... También nos miente implícitamente: Nos hace creer que cuando nos abandona una pareja, no valemos o no somos lo suficiente para ser amados o que existe alguien mejor que nosotros. Cuando un padre o madre nos abandona o abusa de nosotros, es nuestra culpa. Que cuando no obtenemos esa promoción o trabajo, no somos lo suficientemente inteligentes o buenos… y así sucesivamente. Cada vez que nos sucede algo negativo en nuestras vidas, la utilizamos para devaluarnos; si lo pensamos detenidamente, nos tendemos una trampa imposible de evitar. En realidad, no existe otra manera de minimizar nuestro valor mas que cayendo en estas mentiras.

La humildad nos cura de este virus, nos libera de estas trampas y rompe las cadenas que hemos arrastrado por tanto tiempo... La humildad nos dice “la verdad” sobre quienes somos, de donde venimos y porque ningún ser humano vale más o menos que otro…

Todos tenemos el mismo origen:

"Entonces dijo Dios, hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza y señoree en los peces del mar y en las aves de los cielos y en toda la tierra y en todo animal que se arrastra sobre la tierra. Y creo Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios los creo: varón y hembra los creo". Génesis 1:26, 27.

Tan solo esta verdad nos dice que todos venimos del mismo lugar, que todos hemos sido hechos a semejanza de Dios y que todos somos perfectos... Tan solo por esta verdad no es posible que nadie de nosotros valgamos más o menos que otro... Todos valemos exactamente lo mismo y ¡la sangre de todos nosotros es roja! ¿Como puede valer uno más que otro si todos tenemos el mismo origen? Acaso un bebe que no tiene recursos o bienes, vale menos que aquel hombre presidente o millonario? Acaso un anciano vale menos que un bebe? Un bebe no vale más que un anciano porque está por iniciar su vida ni un anciano vale menos porque tiene menos tiempo; ni vale más por la experiencia que pudiera tener. Ambos valen exactamente lo mismo, pues los dos son lo mismo, simplemente separados por tiempo. ¿Acaso tu o yo valemos más o menos en algún momento de nuestras vidas?

Esta profunda verdad, de analizarla detenidamente acaba con toda inseguridad sobre nosotros mismos y con toda baja autoestima. “es que nos soy inteligente, es que nos soy esto, es que no soy lo otro”… Puras mentiras. Nos hemos creído demasiado tiempo los estándares de valía establecidos por el hombre. Si un hombre o una mujer es mejor parecido o parecida que otro(a), no vale más. Tal vez se le facilitarán algunas actividades pero no hace que valga más. Acaso los Einsteins o los Steves Jobs hacen que los demás mortales valgamos menos? Talvez en nuestras carteras pero nada más.

Podremos afirmar que estas personas tuvieron dones. Si es verdad, pero tu también los tienes. La diferencia es que ellos los desarrollaron. Aplicaron la disciplina, la constancia, el trabajo duro…. Fueron valientes y nunca se dieron por vencidos, nunca aceptaron la derrota. A Einstein lo corrieron del colegio y lo tachaban de loco. Jobs se salio de la universidad y tiempo después de fundar Apple, lo corrieron por una mala decisión. ¿Acaso eso los detuvo? No, de ninguna manera. Siguieron hasta lograr lo que todos conocemos. Tal vez conocieron a Cristo, tal vez no, pero lo que si es cierto es que tuvieron una Fe inquebrantable, se esforzaron y fueron valientes. Siguieron su corazón hasta el fin de sus vidas. Todos conocemos sus frutos.

Muchos pueden pensar erróneamente que eran seres fuera de lo normal. Si es cierto, donde la normalidad en este mundo es la derrota. No, todos somos exactamente iguales. La diferencia es que ellos siguieron a sus corazón con Fe y valor, dejando atrás toda pereza y desanimo, generando lo que muchos conocemos como el favor de Dios, su gracia. ¿Ustedes realmente creen que estas personas, cualquiera de éstas que han tenido éxito mundial, son o fueron diferentes? Que tuvieron una vida más fácil? Es muy importante que abramos nuestros ojos. La diferencia es que unos nos damos por vencidos y otro nos. Las grandes historias siempre contendrán Fe y valor. Todas.

Para describir la fortaleza del espíritu humano hay varias citas Bíblicas:

“Torre fuerte es el Nombre del Señor… A el correrá el justo y será levantado”. Proverbios 18:10.

“Mas el que me oyere, habitará confiadamente y vivirá tranquilo, sin temor al mal…” Proverbios 1:33.

“Hijitos, vosotros sois de Dios y los habéis vencido, porque mayor es el que esta en vosotros, que el que está en el mundo”. 1 Juan 4:4.

Y de las más importantes de todas: “A todo puedo hacerle frente en Cristo que me fortalece”. Filipenses 4:13.

Hay un dicho muy famoso entre los hombres que dice “Dios nunca te mandará algo que no puedas manejar”. ¿No es más bien que todo lo podemos manejar en Cristo que nos fortalece?

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