lunes, 29 de agosto de 2011

La Ley de la Reciprocidad...

Jesus enseño la ley sobre la oración constante a Dios y de la perseverancia en la conducta humana. La Fe se basa en estos dos pilares... Decretar lo que deseamos y apoyar nuestros deseos en acción infinita, poderosa y persistente...

Jesús, en una ocasión dijo: "Pedid y se os dará; buscad y hallareis; llamad y se os abrirá". Mateo 7.7. Jesús no dijo llamen una vez, o busquen una vez o llamen una vez, no es así, Jesús nos dice que sigamos llamando hasta que la puerta se nos abra, que busquemos hasa que hallemos y que pidamos hasta que recibamos...

Las personas que han llegado lejos en esta vida y en el reino de Dios, es por este comportamiento. La clave es por comenzar a pedir a Dios, pedir que se nos abra la puerta, que se derramen las bendiciones desde lo alto y enseguida, actuar en directo reflejo a nuestra solicitud en el cielo, así en la tierra. Es realmente muy simple.

Dios, en su maravillosa sabiduría, ha construido el mundo de tal manera que solo los diligentes y los que perseveran, alcanzan la victoria. Lo repito, "solo los diligentes y perseverantes, alcanzan sus objetivos". Las personas decididas a alcanzar los sueños que Dios a puesto en sus corazones, por encima de cualquier obstáculo, triunfarán. Los temerosos, los indecisos, los vacilantes, los que se desaniman, los que no perseveran, siempre perderán.

Dios, nos hace elevarnos para que alcancemos metas superiores. Solo algunos se esfuerzan lo suficiente para lograrlo. Es de extrema importancia que intercambiemos nuestras fuerzas físicas y mentales, por Fe y valor, que cambiemos nuestra experiencia por Sabiduría y que tengamos muy en cuenta, que de esta manera, Dios nos asegura que la victoria es nuestra. El apóstol Pablo declaró con orgullo: "He peleado una buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la Fe" " Ti 4.7. También escribió a los Gálatas: "No nos cansemos pues, de hacer el bien; porque a su tiempo segaremos, si no desmayamos", Gl 6.9. En cualquier tarea que Dios te haya encomendado, no te des por vencido(a), sigue adelante, sin duda alguna, triunfarás sobre de todas las cosas y tu corazón será saciado...

Hasta la próxima...


domingo, 28 de agosto de 2011

Bendición a nuestros hijos (a ser dicha por los padres):

En el uso de las facultades que me confiere el Señor de las multitudes y como parte espiritual de mi hogar, promulgo el siguiente decreto:

Deroguese todo decreto de muerte, toda sentencia de enfermedad, plagas, pestes, y cualquier inmoralidad que se ha dictado sobre nuestros hijos.

Establezcase que los niños y adolescentes de todo el mundo, son gente del Reino, respetuosos de la ley y amantes de los principios Bíblicos y los valores cristianos.

Establezcase a la familia en primer lugar, donde inicia el fluir de la comunicación entre padres e hijos, que permitirá el entendimiento entre todos y el fortalecimiento de la misma.

Anulese todo espíritu de mediocridad de la mente de nuestros niños y adolescentes; llamamos a un tiempo de cambio en la mente de la niñez y la adolescencia del mundo.

Establezcase que inicia un nuevo tiempo donde se implanta en cada niño y adolescente, semillas de sabiduría, inteligencia, ciencia, habilidades y creatividad.

Establezcase un futuro seguro impregnado de amor, confianza, alegría, un tiempo donde el fluir de tu espíritu sea derramado sobre las vidas de todos los niños, niñas y adolescentes y se instaure tu paz en ellos.

La salvación de mis hijos ha sido decretada, la cual se publica para que sea del conocimiento de los hijos de Dios y entre en vigencia inmediatamente, dejando anulada toda ley que contravenga la presente disposición.

En el nombre de Jesús... ¡amen!

sábado, 27 de agosto de 2011

La Envídia...

Hoy quiero hablarles de la envídia. La envídia es uno de los peores estados del hombre, es también hija de la soberbia, es una mentira que genera crueldad y hasta el asesinato. No puede existir uno sin el otro. Todo comienza con el defecto o pecado raíz: La soberbia. La soberbia embaraza al pensamiento con pensamientos de altivez, pero para que esto suceda, tiene que nacer de la vista, de lo que vemos. Podemos ver sin envidiar, pero cuando se ve con altivez, como si los demás fueran inferiores a nosotros, es cuando nace la envidia. Cuando somos bombardeados por las películas, la televisión, la internet y los medios, nuestros cerebros comienzan a desear lo que vemos. Que muchas veces es imposible obtener lo que estamos viendo, es absurdo... Ese no es el problema. Todo ser humano desea algo. Cuando vemos que otro ser humano tiene lo que nosotros queremos, ese no es el problema. El problema es cuando vemos en otros lo que deseamos y pensamos que la otra persona no se lo merece y creemos que no es digno de tenerlo, es decir, lo juzgamos. Hoy en día, la gran mayoría de las personas se desempeñan así. Es como un virus.

Comenzamos a hablar mal de esa persona, "mira a éste, ¿que le pasa?, ¡se lo robo!, yo lo vi! Presumido, seguramente estafo a alguien, ¡nosotros no necesitamos eso para vivir!". La verdad es que si pudiéramos, adquiriríamos aquello que criticamos en otros, si es que aquello que nos causa envidia se puede comprar. ¿Que pasa cuando se trata de alguna virtud de otro, como el coraje, la integridad o la Fe? Hacemos lo mismo, lo criticamos: "Mira este que se siente? ¡Se siente Juan Camaney!" ¿no es así? Me recuerda cuando en tiempos bíblicos Jesus quitaba los demonios de la gente y los Fariseos le criticaban, diciendo que hacia eso por el poder de Satanás, le dieron la espalda y comenzaron a planear para matarle.

"Pero los fariseos decían: Es el propio jefe de los demonios quien le a dado a éste el poder de expulsarlos", Mateo 9.34.

Que despectivo comentario "a éste"... ¡No tuvieron la humildad de reconocer el poder de Dios ante sus ojos! Cuantas veces hemos escuchado un comentario así en nuestras vidas; cuidado pues la perversión y crueldad están presentes... A ese grado llega la envidia, todos sabemos como acaba la historia. ¿Que tan perverso es el sentimiento de la envidia, para querer acabar con la vida de la persona que envidiamos? Es que esa persona posee esa virtud, esa cualidad y no hay manera de quitarsela mas que matandole... Es una de la armas del enemigo, es uno de sus fusiles. Cuando el demonio quiere deshacer una familia, una relación, genera la envidia y lo peor de todo, ¡es que es una gran mentira! Pero no nos damos cuenta cuando somos presos de la soberbia.

Una persona que es envidiosa, normalmente posee una serie de malas actitudes:

"Son envidiosos, borrachos, glotones y otras cosas parecidas. Les advierto a ustedes, como antes lo he hecho, que los que así se portan no tendrán parte en el reino de Dios", Gálatas 5.21.

El remedio a la envidia no es no ver ni desear, si no como vemos y como deseamos. Tenemos que cambiar el lente de la soberbia. Antídoto a la soberbia es la humildad, un valor de Dios. Muchos piensan que la humildad es no tener medios económicos o vivir en condiciones de pobreza. Es por eso que en el mundo esta tan devaluada. La humildad tiene un poder como ningún otro valor, como la soberbia engendra los defectos o los pecados, la humildad es el padre de los valores divinos. La humildad es el primer paso para la Fe. La envidia es una mentira de la soberbia. La soberbia dice que aquel no se lo merece, que ¿porque el y no nosotros?; es una mentira vil. La humildad nos dice la verdad y la verdad es la palabra de Dios. La palabra de Dios nos dice que todos merecemos todo y que El quiere que tengamos prosperidad en TODO, porque todos somos sus hijos. La soberbia nos miente y nos hace creer que nosotros tenemos el derecho de juzgar a los demás, cuando solamente tenemos derecho y poder sobre nosotros mismos:

"Deben renovarse espiritualmente en su manera de juzgar y revestirse de la nueva naturaleza, creada a imagen de Dios y que se distingue por una vida recta y pura, basada en la verdad". Efesios 4.23,24.

Me agrada como predicaba Pablo, con firmeza y sin titubear, con autoridad, ¡les decía porque tenía autoridad y les hablaba de la verdad! Muchas veces he repetido esto y no me cansare de repetirlo hasta que lo tengamos y me incluyo, enterrado hasta el fondo de nuestros corazones. La razón de las crisis, de todo tipo, son por la soberbia, la envidia, la ira, la glotonería, la lujuria, la mentira, el robo, el asesinado, la rebeldía! Como no vamos a estar en crisis! Si es así como nos hemos comportado:

"No se engañen ustedes: nadie puede burlarse de Dios. Lo que se siembra, se cosecha". Gálatas 6.7.

No soy yo el indicado para decirles como comportarse, me permito referirlos a lo que esta escrito que está tan vigente hoy como en ese entonces:

"Por lo tanto, ya no mientan más, sino diga cada uno la verdad a su prójimo, porque todos somos miembros de un solo cuerpo. Si se enojan, no pequen; que el enojo no les dure todo el día. No le den oportunidad al diablo. El que robaba, deje de robar y pongase a trabajar, realizando un buen trabajo con sus manos para que tenga algo que dar a los necesitados. No digan malas palabras, sino solo buenas palabras que edifiquen la comunidad y traigan benéficos a quienes las escuchen. No hagan que se entristezca el Espíritu Santo de Dios, con el que ustedes han sido sellados para distinguirlos como propiedad de Dios el día en que El les de la liberación definitiva. Alejen de ustedes la amargura, las pasiones, los enojos, los gritos, los insultos y toda clase de maldad. Sean buenos unos con otros y perdonense mutuamente, como Dios los perdono a ustedes en Cristo". Efesios 4:25-32.

Hasta la próxima...

domingo, 21 de agosto de 2011

La Gula...


No es lo que estan pensando. No se trata de un aburrido articulo sobre tragones y sus consecuencias, si no del origen del comportamiento de la gula. La glotonería no tan solo se refiere a la comida, se refiere a toda actividad que llevemos a cabo en exceso, sin control, ingobarnablemente. Todos hemos escuchado la frase “todo en exceso es malo”, el dicho es bien fundado y como todo, la base es Bíblica.

Esta escrito: “Pues los borrachos y los glotones acaban en la ruina y los perezosos se visten de arapos”, Proverbios 23.21

El presente versículo nos deja ver las consecuencias de las personas que caen en actitudes excesivas, en particular, saturandose por placer mediante la comida y del alcohol. Nos ilumina sobre el efecto siguiente, que es la Pereza; la letargia. Si comemos y bebemos en exceso, las consecuencias fisicas y mentales son muy desagradables. No nos podemos mover, nuestro sistema digestivo esta sobresaturado, nos da gastritis, nuestra mente esta impedida para funcionar bien, en pocas palabras “perjudicamos el templo de Dios”, que es nuestro cuerpo. El cuerpo humano no esta capacitado para digerir grandes cantidades de comida, así fueren muy nutritivos y de buena calidad.

En las sagradas escrituras, la glotonería hace referencia a la embriaguez y a su estado posterior en el que se sienten físicamente las consecuencias de una sobresaturación de alimento y alcohol. Al darle rienda suelta a nuestro apetito causa graves consecuencias en nuestra salud: Obesidad, aumento del colesterol, dolores musculares, dolor en la columna, problemas de circulación, poca capacidad de concentración, deshidratación, úlceras, abotagamiento, retención de agua, enfermedades del corazón; infartos, etc. Estudios diversos detallan que cuando comemos en exceso, aumentamos el tamaño de nuestro estomago por lo que cuando éste se encuentre en condiciones de recibir alimento nuevamente, nos dará más hambre por el aumento de tamaño del mismo. Entramos en un circulo vicioso.

Si añadimos la ingesta de alcohol, ademas de las consecuencias de la neuro-adaptación de nuestras mentes a la presencia del alcohol, exacerba el malestar fisico. Cuantas personas hemos visto que vomitan al grado que parece que les va a explotar la cabeza. Después de esta violación a nuestro sistemas biológicos, es imposible llevar a cabo la obra de Dios pues hemos dañado nuestro cuerpo, la maquina que Dios nos dio para cumplir con su obra, llámese familia, trabajo, ministerio, etc. Y eso es sin tocar la posibilidad de volvernos alcohólicos y de paso, enseñar a nuestros hijos a tomar, al mismo comportamiento irrespetuoso en contra de nuestros cuerpos.

La gula no es la enfermedad en si, si no el síntoma de otra cosa más profunda. Todo desorden alimenticio que nos lleva a consecuencias como la bulimia, anorexia, obesidad, etc., tiene sus orígenes en las carencias del alma. Todas estas enfermedades son del alma. Dios mismo lo ha catalogado como un pecado. Son enfermedades que nos pueden llevar a la muerte. Inspirada por el Espíritu Santo, Ellen White escribió: “Sobrecargar el estomago es un pecado común y cuando se usa demasiado alimento el sistema entero resulta agobiado. La vida y la vitalidad decrecen. Es así como Satanás planea que no se logren las cosas. Al tomar mucho alimento no solamente malgastamos las bendiciones de Dios provistas para las necesidades de la naturaleza, sino que causamos un gran daño a todo el organismo. Mancillamos el templo de Dios”.

México a pasado a ser el primer lugar en obesidad infantil y adulta. EEUU ocupa el primer lugar. España esta en primer lugar de Europa. El impacto económico en los gobiernos es considerable. Los costos se elevan para el tratamiento de las enfermedades consecuencia de la obesidad, enfermedades del corazón y la adicción al alcohol y otras drogas. Las consecuencias de la enfermedad de la adicción son cárceles, hospitales y la muerte.

La industria de las compañías creadoras de dietas para bajar de peso y de ejercicio, han tenido un gran éxito de 20 años a la fecha. Se ha convertido en una industria de 4 billones de dólares americanos al año. La buena noticia es que como siempre y con la ayuda de Dios, podemos evitar caer en la gula. Nunca es demasiado tarde para ser honestos con nosotros mismos y darnos cuenta que la raíz de la ansiedad de llenarnos de comida, alcohol y/o drogas es por el vacío que sentimos en nuestros corazones. Muchos comen por angustia. Otros dejan de hacerlo. La raíz es la misma, es un circulo vicioso.

Esta escrito: “Luego ha venido el hijo del hombre, que come y bebe y ustedes dicen que es glotón y bebedor, amigo de gente de mala fama y de los que cobran impuestos para Roma”, Lucas 7.34.

Este versículo hace referencia a cuando Jesús entra a casa de Mateo, el cobrador de impuestos que posteriormente lo sigue. Cuantas personas conocemos a personas con características de muy mala fama. Los padrinos de la Mafia italiana por ejemplo, comiendo de más y con una gran panza, tomando vino. Estas personas siempre generan reputación negativa. Cuando las personas entramos en este pecado, tendemos a tener la misma actitud en todo lo que emprendemos. Es decir, si comemos en exceso, tomamos en exceso, tenemos sexo en exceso, agredimos en exceso; la misma actitud se manifiesta en diferentes áreas de nuestra vida.

¿Cuando hemos visto que un animal coma de más, si no es por causa natural como el caso del oso, que tiene que invernar por largo tiempo? Los animales cuando comen, se sacian y dejan de comer. Muchos dejan de comer por largo tiempo. Cuando hemos visto a un animal acudiendo al doctor y éste poniendolo a dieta, “señor rinoceronte, tiene que usted bajarle a su manera de comer pues esta muy gordo”. La naturaleza de Dios es perfecta. Nunca veremos a un animal entrar en esta actitud.

Dios nos creo para fines específicos, para hacer su voluntad, para que seamos personas de bien, productivas, creativas y trasmitamos su mensaje y ser testigos, de su gloría; para que seamos Buenos con los demás. No es posible desempeñarnos en lo que Dios nos manda si estamos obesos, borrachos y crudos todo el tiempo.

Esta escrito: “Son evidiosos, borrachos, glotones y otras cosas parecidas. Les advierto a ustedes, como ya antes lo he hecho, que los que asi se portan no tendrtán parte en el reino de Dios”. Gálatas 5.21

Las personas que caen en estas actitudes, normalmente las manifiesta en otras más. Por ejemplo, la lujuria es glotonería de sexo. El alcoholismo y drogadicción son glotonería de sustancias. La glotonería de comida no se diferencia en nada. La glotonería es uno de los factores de la anorexia y la bulimia. En la anorexia es glotonería de no comer. Y en la bulimia es comer hasta llegar a la culpa y provocarnos el vomito. La ira es glotonería de enojo. La Soberbia es glotonería de altivez. La envidia es glotonería de deseos ajenos. Todo tiene la misa raíz. Todo es la misma enfermedad. Todo es el mismo vacío. Solo Dios nos puede sacar de esa esclavitud. Cuando las personas dejan de consumir drogas, caen en la adicción de otra cosa. Cuando dejamos una actitud negativa, es indispensable llenar ese vacío con otra cosa, si no, caeremos en lo mismo y cada vez más fuerte. Pues esta escrito que Satanás, al salir de nuestra casa y no encontrar donde meterse, regresa pero con 7 demonios más. Por esto, las personas que fracasan en sus dietas suben más de peso que antes. Es lo mismo con las drogas. Cuando las personas en recuperación reinciden, lo hacen con más intensidad que anteriormente.

Amigos, la glotonería es la falta de control sobre nosotros mismos. Muy seguramente tendremos que pagar caro aquello que emprendamos en exceso, a veces con nuestras propias vidas. Solo Dios puede llenar ese vacío.

Cuando oremos, pidamos a Dios sabiduría par reconocer y aceptar estos problemas en nosotros y resolverlos. La adicción a la comida como a otras cosas, puede ser tratada de varias maneras. Primero tenemos que aceptar que tenemos un problema con nuestra manera de consumir. Que solo Dios puede regresarnos el sano juicio e intercambiar las horas en las que comemos por entregar nuestra vida a Dios o simplemente hacer otra cosa. Si nuestro problema es la cocina, no se acerquen a la cocina. Si logran bajar de peso, no rompan la dieta, tiren toda su ropa vieja y compren nueva en su nueva talla. Si su problema es que su negocio se concentra en comidas en restaurantes, pidan a Dios la sabiduría y el valor para saber pedir un solo platillo, sin postre ni sopa y terminar e irse rápidamente. De hecho, los negocios avanzan más rápido en la oficina en lugar de la comida.

Hacer deporte es indispensable para mejorar nuestra salud, bajar de peso e intercambiar las horas que pasamos comiendo. Si se hace bien, las recompensas son maravillosas. Esta entra dentro de la voluntad de Dios, que físicamente también tengamos prosperidad. Pues la prosperidad de Dios se refiere a todas las cosas…

Hasta la próxima…




domingo, 14 de agosto de 2011

La Pereza...


Hoy, Dios me ha encomendado hablarles de la pereza. La pereza es un mal, un defecto que aqueja a los hombres. Pero muchos no le damos la importancia indicada. Pensamos que se trata de simple flojera como es comúnmente conocida, se trata de la renuncia a cumplir con nuestra responsabilidad sobre la tierra que depende de nuestra voluntad; es la renuncia a reconocer los dones que Dios nos ha dado para superar lo que nos venga en la vida y cumplir con el destino que El tiene para nosotros.

La pereza es definida como apatía emocional, negando lo que Dios a dicho sobre lo que somos, tenemos y podemos hacer; es estar física y emocionalmente inactivo. La pereza detona el desperdicio del hombre en relación a un lugar, una cosa, una habilidad o ideal intangible que requiere de idealización, desarrollo y mantenimiento para existir. Imaginemos a personas como Albert Einstein o Cristobal Colon por mencionar a dos, presos de la apatía y de la desidia… Otra hubiera sido la historia. Tomas Alva Edison se equivoco 1000 veces antes de inventar la luz eléctrica. Si se hubiera entregado a la pereza tal vez no gozaríamos de la luz eléctrica.

Hemos escuchado incontables historias que pudieron ser evitadas simplemente por no ser perezosos. Cuando los jóvenes no quieren estudiar, cuando no quieren aprender, cuando tienen todo para salir adelante en la vida y lo tiran a la basura. Cuando la gente no se compromete, cuando la gente se divorcia, cuando una persona no utiliza el talento que Dios le dio y lo comparte con los demás. Cuando el hombre se conforma con una vida mediocre, cuando se resigna… Cuando pensamos que estamos llenos de problemas y perdemos a Fe…

En Eclesiástico 2, versículo 13 dice: “Hay de los corazones cobardes y las manos perezosas”. Este versículo se refiere a aquellos sin valor, sin coraje para iniciar y llevar a buen fin cualquier cosa: una familia, un trabajo, un proyecto; un compromiso formal... Se refiere a aquellos que ante la primer señal de adversidad se dan por vencidos. Ya no hablemos de soportar el día malo, de soportar el sufrimiento. La vida es difícil, todos lo sabemos. Pero Dios nos ha dado las armas para soportar esos días malos, para mantenernos firmes y no caer en nuestras debilidades... Por eso los pecados son pecados, porque eventualmente nos pueden llevar a la muerte. Muchas personas afirman que el hombre a etiquetado de pecados a lo que creen ser simples defectos. Es Dios quien los a elevado al nivel de pecados pues en su infinita sabiduría, sabe lo que en este caso, la pereza, puede lograr en nuestras vidas.

Supongamos, un joven que cae en la adicción a las drogas. La adicción a las drogas es terrible. Muchos no salen, Muchos pierden la vida y por perderla, enseñan a otros a no perderla. Enseñan a otros a tener valor para hacerle frente a ese mal, a esa enfermedad. Cuando muchos inician su recuperación dicen, “¡¿pero como es que ya no puedo consumir drogas?!” esos jóvenes necesitan luchar para vivir un día a la vez, un día a la vez sin consumir. De entregarse a la pereza y no llevar a cabo lo necesario para no consumir, los puede llevar a tres lugares: hospitales, cárceles o la muerte.

¿Que necesitamos para contrarrestar la pereza? Para combatir la desidia? Para aniquilar el miedo al fracaso, o al éxito en algunas ocasiones? Compañeros, la pereza no es otra cosa que falta de valor. El ingrediente esencial para combatir la pereza, es el valor. Valor necesita una madre para traer a un hijo a mundo. Valor necesita un hombre para traer el sustento a casa. Valor se necesita para cualquier cosa o ideal que valga la pena. El mundo no sería lo mismo sin valor. Por falta de valor han caído naciones enteras. Por falta de valor muchos han muerto sin razón. Pero más importante que todo es que por pereza, por falta de valor, los valores morales, lo que es agradable para Dios, su infinita sabiduría se ha dejado de lado, se ha dejado de estudiar y de practicar. No me refiero a religiosidad, de nada sirve acudir a la iglesia todos los domingos si vamos a seguir siendo como somos, tenemos que tener el valor para no caer en nuestras debilidades, ya sean la ira, la envidia, nuestra bocota que nos mete en problemas, ya sea alguna adicción o actitud nociva, ya sea el no poner limites a nuestros hijos, etc. Hemos caído en la pereza de no creer en lo que realmente somos y podemos lograr. Hemos creído la mentira. Es realmente absurdo.

Muchos cometemos el error de irnos por el atajo, de irnos por lo fácil, por el dinero fácil por ejemplo… Las cosas fáciles terminan rápido e igual de fácil se van. Las cosas que realmente valen la pena toman tiempo. Su creación, su desarrollo, su mantenimiento, todo esto toma tiempo… Educar a un hijo toma tiempo, no podemos educarlo de la noche a la mañana, tenemos que enseñarle con paciencia y de acuerdo a su edad. El éxito no se mide por lo alto que hemos llegado, si no por los obstáculos que hemos tenido que vencer… ¿Como es que personas con todos los recursos no remontan a nada y por el contrario, otras sin nada, ni una familia que le apoye, sin tener que comer o un techo sobre sus cabezas, se convierten en un éxito?

En Eclesiástico 2:4 Dice: “Acepta todo lo que venga y sé paciente si la vida te trae sufrimientos”. Dos versículos adelante dice: “Confía en Dios y él te ayudará; procede rectamente y espera en El”… Aqui Dios nos dice que todo lo que nos venga lo aceptemos sin reservas, pues siempre hay enseñanza detrás de todo. Que seamos pacientes pues las cosas buenas toman tiempo para consolidarse; la serenidad ante el sufrimiento permite a Dios obrar en nuestras vidas. Demonos cuenta que en la vasta mayoría de las situaciones, la solución nunca esta en nuestras manos. Dios nunca nos va a abandonar, nunca. Es en nuestra debilidad cuando El trabaja más. Todo lo que tenemos que hacer es dar el primer paso, el paso de Fe... Y con paciencia, su recompensa es nuestra. "Paciencia infinita produce resultados inmediatos..."

En Josué 1:9 dice: “Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque Dios estará contigo en donde quiera que vayas”. ¿Nos damos cuenta que cuando se nos presenta algo que no queremos hacer, no tenemos más que presentarnos? No tenemos más que dar el primer paso... ¡Esto es la definición de tomar el toro por los cuernos! pero nosotros pensamos que es tragarnos el toro entero... Por decirlo de otra manera, tan solo con dar el primer paso, los engranes de Dios comienzan a andar. Una vez resuelto el problema decimos, “pensé que iba a ser peor”. Es decir, con un solo paso de Fe, con tan solo ser valientes y llevar a cabo ese esfuerzo inicial, ¡Dios se manifiesta! Siempre! Analicen y verán que es así. A veces, la solución no es la que esperamos, tal vez no sea cuando queramos, es ahí cuando no podemos perder la Fe, cuando no debemos darnos por vencidos... La voluntad de Dios para con nosotros siempre es buena, pues cuando Dios da, da con abundancia. Confía en El pues sabe cuales son nuestras necesidades antes que nosotros… Les puedo afirmar con toda certeza que nunca falla. Muchos podrán decir, " pero es que Dios no me ha dado lo que le he pedido, no me ha regresado aquel que se fue, no me ha dado mi trabajo"...  Si Dios nos cierra una puerta, ¡por otro lado abre un portón! Si Dios no nos da algo puede ser que no estemos listos para recibirlo, puede ser que no sea su voluntad porque si lo hace, puede ser peor para nosotros... Puede ser que Dios quiere que luchemos por aquello que deseamos... si Dios nos cierra una puerta es porque hay algo que no vemos con nuestro limitado discernimiento, hay algo detrás, algo infinitamente mejor que El tiene para nosotros, pero El quiere que luchemos para obtenerlo y cuando se nos de, lo valoremos y sepamos conservar... Muchas veces Dios no nos da las cosas pues no es lo que necesitamos o no estamos listos para manejarlo... Y por el contrario, cuando Dios nos da algo, ¡siempre estamos capacitados para manejarlo!

Así que compañeros, ya lo saben. No caigan en la pereza, no pierdan el valor. Cuando emprendamos una nueva meta, un nuevo objetivo, cuando decidamos bajar de peso, cuando decidamos aprender otro idioma, cuando decidamos comenzar a trabajar o reanudar nuestro trabajo, cuando decidamos crear un ministerio, cuando decidamos casarnos y crear una familia, cuando decidamos comprometernos con El en algún área de nuestras vidas, combatamos la pereza con valentía y hagamos un esfuerzo constante y persistente... Sin duda, Dios nos ayudará.

Hasta la próxima…

domingo, 7 de agosto de 2011

Abre los ojos...


En la otra cara de la moneda de las crisis estamos nosotros. Somos inocentes al pensar que no hemos tenido nada que ver pero tenemos que abrir los ojos y asumir nuestra responsabilidad; seamos honestos con nosotros mismos,  hay que aceptar que hemos permitido y fomentado el abuso del sistema bancario, del gobierno, de nuestro vecino, de nuestro hermano… Muchos de nosotros podemos permanecer en negación, pero la verdad de las cosas es que hemos sido copartícipes… Y todo lo hemos hecho pensando en la posibilidad de no ser aceptados, inclusive, hasta por nuestras propias familias. Es muy cómodo para nosotros culpar a otros de nuestro destino, mas sin embargo en el fondo nosotros somos responsables…

Lamentablemente hemos permitido el acceso de las crisis a nuestras personas, a nuestro hogar siendo la ignorancia y debilidad nuestros cómplices. No es mi intención la falta de respeto, por el contrario, no estaría haciendo un servicio diluyendo la verdad. La inversa sería actuar con Sabiduría y Valor. Me gusta mucho lo que enseña la Oración de la Serenidad, que dice así: “Dios, danos la Serenidad para aceptar las cosas que no podemos cambiar, el Valor para cambiar las que si podemos y la Sabiduría para distinguir la diferencia”. ¿Bonita no? Con toda humildad y con el pasar del tiempo, en mi cabeza la he modificado y meditando en ella la pienso así: Primero Sabiduría, enseguida Valor y al final Serenidad.

Para emprender cualquier acción, para tomar cualquier decisión, necesitamos de la sabiduría... No podemos tomar desiciones sobre las rodillas, necesitamos saber las consecuencias a corto, mediano y largo plazo. Es indispensable ante cualquier cosa, en un asunto personal, matrimonial, familiar, social, laboral, etc.

Hemos tocado muchas veces el tema de la sabiduría y su origen en la palabra de Dios. Y la seguiremos comentando hasta que se haga parte de nuestros seres. El hombre más sabio, rico y poderoso en tiempos bíblicos fue Salomón. Y lo fue pues cuando oro, no pidió cosas vanas si no sabiduría para saber gobernar. No hay mas que darle una hojeada a sus libros en la Biblia (Proverbios, Eclesiastés y Cantares), comenzando por los Proverbios. Me gusta mucho pues toca todos los temas, absolutamente todos, sobre los padres, sobre los hijos, sobre el matrimonio, sobre la fidelidad, sobre los hombres, sobre las mujeres, sobre los malos, sobre los buenos, sobre el dinero y sobre Dios; sobre absolutamente todo.

Esta escrito: “Dichos de Salomón, hijo de David, rey de Israel, que tienen como propósito: Comunicar sabiduría e instrucción, prudencia, justicia, rectitud y equilibrio; hacer sagaces a los jóvenes inexpertos y darles conocimiento y reflexión”. Proverbios 1:1-5.

Lo bello y lo mágico de la sabiduría es que se puede aplicar en pasado, presente y futuro. Debe ser aplicada para prevenir alguna situación, para hacerle frente y para resolverla... Existe un aliciente, una recompensa, un alivio inmediato cuando actuamos con sabiduría, un regalo de Dios: La Paz. Cuando resolvemos con sabiduría, cuando hacemos lo correcto, cuando actuamos con verdad, cuando vemos con otros ojos la realidad de las cosas y entonces resolvemos, inmediatamente sentimos nuestros corazones en Paz; inclusive hasta un poco de jubilo. La sabiduría comienza por honrar a Dios:

“La sabiduría comienza por honrar al Señor; los necios desprecian  la sabiduría y la instrucción”. Proverbios 1:7

En segundo lugar apliquemos el Valor. El valor que nos enseña la palabra de Dios, no es el mismo valor que enseña el hombre. El valor el hombre lo ha utilizado para dominar a los demás… el valor divino y fuerza real es para dominarse a uno mismo, para no flaquear, para no caer preso de nuestras debilidades, de nuestros defectos de carácter, de nuestros pecados. Pedimos valor para no tener miedo, para no paralizarnos, para no desviarnos del camino, para ser rectos, fuertes, para ser del agrado de Dios. El Valor real proviene de Dios, la fortaleza que proporciona es espiritual. Es increíble lo que podemos lograr con valor. El valor nos ayuda a lidiar con el miedo; el valor nos da la fuerza para cumplir con nuestras metas… El valor es aquello que necesitamos para comprometernos con cualquier cosa, ya sea en el matrimonio, en un noviazgo, un trabajo, una dieta, una rutina de ejercicio, etc. El valor lo necesitamos para todo. Muchos tenemos la capacidad de comenzar las cosas pero pocos tenemos el valor para terminarlas. La Sabiduría y el Valor juntos pueden lograr cosas fuera de este mundo. Las personas que parecen tenerlo todo, familia, trabajo, diversión, riqueza, tienen estas características.

Esta escrito: “Porque el calor del oro se prueba en el fuego y el valor de los hombres en el horno del sufrimiento”. Eclesiástico (Sirácida) 2:5

Esencial para cerrar el candado de la prosperidad por decirlo de alguna manera, es la Serenidad. La serenidad no es paz. La serenidad es la capacidad de permanecer en paz. La serenidad nos hace mantener un estado de ánimo apacible y sosegado aún en las circunstancias más adversas, esto es sin exaltarse o enojarse, sin perder la razón. Podemos emprender cualquier cosa con Sabiduría y Valor pero sin la serenidad, es más difícil llegar hasta el final. ¿Qué es más importante? Iniciar las cosas o mantenernos en el camino? De que sirve iniciar si al final vamos a flaquear? Cuando interrumpimos nuestro destino divino por falta de valor, caemos más bajo que cuando comenzamos. Las personas que se someten a dietas y las interrumpen, suben más de peso que en un inicio; aquellos en programas de recuperación por el consumo de drogas, recaen mucho más fuerte que cuando iniciaron su recuperación. La serenidad nos ayuda mantenernos tranquilos a lo largo del camino.

En es momentos de falta de serenidad cuando suceden las tragedias, donde cambia de curso la historia. La sabiduría nos enseña a no llegar a ese punto de ebullición… El Valor nos acompaña en el momento de tribulación, que de llegar, la serenidad nos mantiene firmes hasta el final, uniendo los tres poderes. Es así como las crisis ven su fin. Es así como se construye una relación, un matrimonio, una familia, un proyecto…

Esta escrito: “Por eso, mis esfuerzos se enderezarán en el futuro a asegurar a todos los hombres un reino tranquilo y pacifico”. Ester (dc) 8:20.

La unión de los tres valores, de los tres poderes divinos tienen la capacidad de lograrlo todo. Es hora de crecer como los seres que a Dios agradan. Crezcamos viendo y siendo testigos del favor de Dios en nuestras vidas. Este favor, esta gracia, llega a nuestras vidas mediante esta conducta. No hay manera de fallar. Son las malas maneras y los atajos los que nos alejan del poder de Dios, es muy simple realmente, es como si nos saliéramos de la red de su protección. Dios mismo ya nos ha otorgado estos dones divinos, es solo cuestión de reconocerlos, de recordarlos, de emplearlos y de ver el favor de Dios en nuestras vidas.

Por ultimo, me gustaría mencionar que existe un principio que mantiene estos tres poderes juntos: la Fe.

Hasta la próxima...