domingo, 21 de agosto de 2011

La Gula...


No es lo que estan pensando. No se trata de un aburrido articulo sobre tragones y sus consecuencias, si no del origen del comportamiento de la gula. La glotonería no tan solo se refiere a la comida, se refiere a toda actividad que llevemos a cabo en exceso, sin control, ingobarnablemente. Todos hemos escuchado la frase “todo en exceso es malo”, el dicho es bien fundado y como todo, la base es Bíblica.

Esta escrito: “Pues los borrachos y los glotones acaban en la ruina y los perezosos se visten de arapos”, Proverbios 23.21

El presente versículo nos deja ver las consecuencias de las personas que caen en actitudes excesivas, en particular, saturandose por placer mediante la comida y del alcohol. Nos ilumina sobre el efecto siguiente, que es la Pereza; la letargia. Si comemos y bebemos en exceso, las consecuencias fisicas y mentales son muy desagradables. No nos podemos mover, nuestro sistema digestivo esta sobresaturado, nos da gastritis, nuestra mente esta impedida para funcionar bien, en pocas palabras “perjudicamos el templo de Dios”, que es nuestro cuerpo. El cuerpo humano no esta capacitado para digerir grandes cantidades de comida, así fueren muy nutritivos y de buena calidad.

En las sagradas escrituras, la glotonería hace referencia a la embriaguez y a su estado posterior en el que se sienten físicamente las consecuencias de una sobresaturación de alimento y alcohol. Al darle rienda suelta a nuestro apetito causa graves consecuencias en nuestra salud: Obesidad, aumento del colesterol, dolores musculares, dolor en la columna, problemas de circulación, poca capacidad de concentración, deshidratación, úlceras, abotagamiento, retención de agua, enfermedades del corazón; infartos, etc. Estudios diversos detallan que cuando comemos en exceso, aumentamos el tamaño de nuestro estomago por lo que cuando éste se encuentre en condiciones de recibir alimento nuevamente, nos dará más hambre por el aumento de tamaño del mismo. Entramos en un circulo vicioso.

Si añadimos la ingesta de alcohol, ademas de las consecuencias de la neuro-adaptación de nuestras mentes a la presencia del alcohol, exacerba el malestar fisico. Cuantas personas hemos visto que vomitan al grado que parece que les va a explotar la cabeza. Después de esta violación a nuestro sistemas biológicos, es imposible llevar a cabo la obra de Dios pues hemos dañado nuestro cuerpo, la maquina que Dios nos dio para cumplir con su obra, llámese familia, trabajo, ministerio, etc. Y eso es sin tocar la posibilidad de volvernos alcohólicos y de paso, enseñar a nuestros hijos a tomar, al mismo comportamiento irrespetuoso en contra de nuestros cuerpos.

La gula no es la enfermedad en si, si no el síntoma de otra cosa más profunda. Todo desorden alimenticio que nos lleva a consecuencias como la bulimia, anorexia, obesidad, etc., tiene sus orígenes en las carencias del alma. Todas estas enfermedades son del alma. Dios mismo lo ha catalogado como un pecado. Son enfermedades que nos pueden llevar a la muerte. Inspirada por el Espíritu Santo, Ellen White escribió: “Sobrecargar el estomago es un pecado común y cuando se usa demasiado alimento el sistema entero resulta agobiado. La vida y la vitalidad decrecen. Es así como Satanás planea que no se logren las cosas. Al tomar mucho alimento no solamente malgastamos las bendiciones de Dios provistas para las necesidades de la naturaleza, sino que causamos un gran daño a todo el organismo. Mancillamos el templo de Dios”.

México a pasado a ser el primer lugar en obesidad infantil y adulta. EEUU ocupa el primer lugar. España esta en primer lugar de Europa. El impacto económico en los gobiernos es considerable. Los costos se elevan para el tratamiento de las enfermedades consecuencia de la obesidad, enfermedades del corazón y la adicción al alcohol y otras drogas. Las consecuencias de la enfermedad de la adicción son cárceles, hospitales y la muerte.

La industria de las compañías creadoras de dietas para bajar de peso y de ejercicio, han tenido un gran éxito de 20 años a la fecha. Se ha convertido en una industria de 4 billones de dólares americanos al año. La buena noticia es que como siempre y con la ayuda de Dios, podemos evitar caer en la gula. Nunca es demasiado tarde para ser honestos con nosotros mismos y darnos cuenta que la raíz de la ansiedad de llenarnos de comida, alcohol y/o drogas es por el vacío que sentimos en nuestros corazones. Muchos comen por angustia. Otros dejan de hacerlo. La raíz es la misma, es un circulo vicioso.

Esta escrito: “Luego ha venido el hijo del hombre, que come y bebe y ustedes dicen que es glotón y bebedor, amigo de gente de mala fama y de los que cobran impuestos para Roma”, Lucas 7.34.

Este versículo hace referencia a cuando Jesús entra a casa de Mateo, el cobrador de impuestos que posteriormente lo sigue. Cuantas personas conocemos a personas con características de muy mala fama. Los padrinos de la Mafia italiana por ejemplo, comiendo de más y con una gran panza, tomando vino. Estas personas siempre generan reputación negativa. Cuando las personas entramos en este pecado, tendemos a tener la misma actitud en todo lo que emprendemos. Es decir, si comemos en exceso, tomamos en exceso, tenemos sexo en exceso, agredimos en exceso; la misma actitud se manifiesta en diferentes áreas de nuestra vida.

¿Cuando hemos visto que un animal coma de más, si no es por causa natural como el caso del oso, que tiene que invernar por largo tiempo? Los animales cuando comen, se sacian y dejan de comer. Muchos dejan de comer por largo tiempo. Cuando hemos visto a un animal acudiendo al doctor y éste poniendolo a dieta, “señor rinoceronte, tiene que usted bajarle a su manera de comer pues esta muy gordo”. La naturaleza de Dios es perfecta. Nunca veremos a un animal entrar en esta actitud.

Dios nos creo para fines específicos, para hacer su voluntad, para que seamos personas de bien, productivas, creativas y trasmitamos su mensaje y ser testigos, de su gloría; para que seamos Buenos con los demás. No es posible desempeñarnos en lo que Dios nos manda si estamos obesos, borrachos y crudos todo el tiempo.

Esta escrito: “Son evidiosos, borrachos, glotones y otras cosas parecidas. Les advierto a ustedes, como ya antes lo he hecho, que los que asi se portan no tendrtán parte en el reino de Dios”. Gálatas 5.21

Las personas que caen en estas actitudes, normalmente las manifiesta en otras más. Por ejemplo, la lujuria es glotonería de sexo. El alcoholismo y drogadicción son glotonería de sustancias. La glotonería de comida no se diferencia en nada. La glotonería es uno de los factores de la anorexia y la bulimia. En la anorexia es glotonería de no comer. Y en la bulimia es comer hasta llegar a la culpa y provocarnos el vomito. La ira es glotonería de enojo. La Soberbia es glotonería de altivez. La envidia es glotonería de deseos ajenos. Todo tiene la misa raíz. Todo es la misma enfermedad. Todo es el mismo vacío. Solo Dios nos puede sacar de esa esclavitud. Cuando las personas dejan de consumir drogas, caen en la adicción de otra cosa. Cuando dejamos una actitud negativa, es indispensable llenar ese vacío con otra cosa, si no, caeremos en lo mismo y cada vez más fuerte. Pues esta escrito que Satanás, al salir de nuestra casa y no encontrar donde meterse, regresa pero con 7 demonios más. Por esto, las personas que fracasan en sus dietas suben más de peso que antes. Es lo mismo con las drogas. Cuando las personas en recuperación reinciden, lo hacen con más intensidad que anteriormente.

Amigos, la glotonería es la falta de control sobre nosotros mismos. Muy seguramente tendremos que pagar caro aquello que emprendamos en exceso, a veces con nuestras propias vidas. Solo Dios puede llenar ese vacío.

Cuando oremos, pidamos a Dios sabiduría par reconocer y aceptar estos problemas en nosotros y resolverlos. La adicción a la comida como a otras cosas, puede ser tratada de varias maneras. Primero tenemos que aceptar que tenemos un problema con nuestra manera de consumir. Que solo Dios puede regresarnos el sano juicio e intercambiar las horas en las que comemos por entregar nuestra vida a Dios o simplemente hacer otra cosa. Si nuestro problema es la cocina, no se acerquen a la cocina. Si logran bajar de peso, no rompan la dieta, tiren toda su ropa vieja y compren nueva en su nueva talla. Si su problema es que su negocio se concentra en comidas en restaurantes, pidan a Dios la sabiduría y el valor para saber pedir un solo platillo, sin postre ni sopa y terminar e irse rápidamente. De hecho, los negocios avanzan más rápido en la oficina en lugar de la comida.

Hacer deporte es indispensable para mejorar nuestra salud, bajar de peso e intercambiar las horas que pasamos comiendo. Si se hace bien, las recompensas son maravillosas. Esta entra dentro de la voluntad de Dios, que físicamente también tengamos prosperidad. Pues la prosperidad de Dios se refiere a todas las cosas…

Hasta la próxima…




No hay comentarios:

Publicar un comentario